6
min
11 nov 2018
Armar una empresa no es fácil, y elegir a la persona con la que uno piensa hacerlo es una de las decisiones más importantes que tenemos que tomar; y a la vez, una de las que menos analizamos, eligiendo casi siempre el camino más fácil, aquel amigo del colegio o la universidad con el que compartíamos ideas y aventuras.
En nuestro caso, ninguno eligió al otro. En todo caso, nos elegimos mutuamente, después de que cada uno había elaborado su propio árbol de decisión.
DE DÓNDE VENÍAMOS 🌍
Lucas venía de trabajar por el mundo y había sentado su base en Barcelona, donde lideraba su academia online Acadevor con su hermano Tomás, que vive en Argentina.
Lucas es un ingeniero civil que pronto se dio cuenta de que su vida no estaba construyendo puentes, sino detrás de una macbook en proyectos de marketing online. Como dato de color, es el perfil de ingeniero nómade capaz de automatizar el tiempo invertido en servirte una taza de café y analizar cómo eso impacta en el margen del negocio. Buen socio ¿no?
Yo, por mi parte, había dejado PAEZ hacía 8 meses y había decidido quedarme en Barcelona con Marian para apostar por nuevos desafíos. Luego de unos meses necesarios para frenar y reconectar, me encontraba con la necesidad de hacer algo; pero no para sentirme ocupado, sino para sumar a mi desarrollo personal y profesional.
Algo que nos identifica con Lucas es que asociamos el trabajo al concepto de seguir aprendiendo.
COMO EMPEZÓ 🤚🏼
Cuando la idea comenzó a madurar, se puede decir que hicimos los deberes y leímos el resumen de Founder’s Dilemma.
Si bien los dos contábamos con experiencia armando proyectos, teníamos la intención de hacerlo con otro enfoque.
El primer paso fue elaborar el “Partnership Manifiesto”, un documento donde cada uno expresaba su visión del mundo, sus creencias, miedos, debilidades y superpoderes; y por supuesto, qué valor le iba a aportar al proyecto.
Ese documento nos permitió pasar de la charla informal al “vamos a hacerlo”.
Queríamos crear algo que nos identificara y que los usuarios realmente necesitaran. Esa era la razón de ser de Master Me Up.
LOS PRIMEROS PASOS
En Marzo del año pasado empezamos con nuestras primeras sesiones de trabajo. Los dos teníamos viajes y mudanzas por delante, por lo que decidimos que esos primeros meses era mejor reunirnos en nuestros propios “garages” y cafés. Evitamos así entrar en gastos innecesarios en una etapa en la que todavía no sabíamos cuáles eran los próximos pasos.
Una de las primeras decisiones que tomamos fue tratar de lanzar el proyecto sin ningún tipo de financiamiento externo. Acordamos invertir 10k € cada uno, dedicar al menos unas 20 horas por semana y ver hasta dónde podíamos llegar con eso. Coincidíamos en que los clientes felices eran los mejores inversores que podíamos llegar a tener en esa etapa.
"En los inicios, los founders deben tener todos los sombreros" - Joel Gascoigne, CEO de Buffer
Lucas, además, seguía de cerca el movimiento Open Startups, y veíamos que la mayoría optaba por crecer “bootstrapeando”.
Al mismo tiempo, yo terminaba de leer “A beautiful contrainst”, que habla de lo mismo: cómo crear a partir de limitaciones. En otras palabras, como pasar de víctima (no puedo esto porque no tengo dinero) a transformador (como no tengo dinero, pruebo con esto). Con Expert Secrets de R. Brunson, se convirtieron en nuestras biblias del año.
LAS PRIMERAS GRANDES DECISIONES 💪🏼
1 Nuestro compromiso con el proyecto iba a ser part time. No es una decisión menor cuando uno empieza a invertir en un proyecto, pero queríamos disminuir el riesgo desde el comienzo. Para Lucas era muy arriesgado saltar de un proyecto a otro cuando Acadevor estaba en sus primeros pasos, y con mucho éxito. A mí, por el contrario, siempre me gustó jugar todo a un solo número; pero por un lado estaba en un momento personal en el que no tenía la energía para dedicarme 100% a algo nuevo; y por otro, disfrutaba de otros proyectos: consultorías, viajes y el desarrollo de Sunamers con Marian.
2 Queríamos crear una experiencia de aprendizaje online distinta y escalable. Desde el comienzo nuestro propósito fue resolver uno de los problemas que tenía el e-learning actual: los usuarios que abandonan los cursos y la falta de transformación y conexión personal. ¿Podíamos humanizar el e-learning y crear una experiencia transformadora donde el contenido no fuera el protagonista? ¿Podíamos hacerlo escalar en el futuro? ¿Cuál era el rol de un coach en una experiencia online?
3 El foco iba a estar en la audiencia. La experiencia de Lucas fue vital para diseñar la estrategia de los primeros meses, y una de las decisiones fue no desesperarnos por generar ingresos en una primera etapa, sino dedicar tiempo a crear nuestra comunidad. Por eso, y casi sin haber desarrollado nuestro roadmap de producto, empezamos a grabar los primeros episodios del Podcast de MMU.
HACIA DÓNDE VAMOS 🚀
Estamos en los inicios de lo que seguramente sea una revolución en la manera en que aprendemos, y sin duda iremos migrando de una educación formal -universidades, certificaciones- hacia una más informal, basada en la experiencia y en los resultados; donde el mentoring, el feedback y el aprendizaje entre pares sean los protagonistas.
Nuestra misión es aportar desde nuestro lugar a esta transformación. Creemos que se viene una nueva generación de profesionales y MasterMeUp se funda con el propósito de acompañarla en esta primera etapa.
No sabemos a dónde nos puede llevar este camino. Pero estamos seguros de que vale la pena caminarlo.