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Estás midiendo lo que ya pasó (y ese es el problema)

Uno de los errores más comunes en la práctica de OKRs está en algo tan simple como lo que decidimos medir.

Y aunque parece un detalle menor, es el corazón mismo de la metodología.

Porque así como un buen indicador puede encarrilarte en la pista correcta y potenciar cómo tu organización aprende y se enfoca, medir mal puede dejarte atascado en un embotellamiento… con la misma facilidad.

El problema de los KRs con indicadores rezagados

Muchos equipos usan lagging indicators como Resultados Clave. Es decir, métricas que reflejan el resultado de acciones pasadas.

Vamos con ejemplos simples para comprender la idea:

  • Ingresos

  • Rentabilidad

  • NPS o satisfacción del cliente

  • Retención de usuarios

Seguro todos te suenan importantes... y lo son. Pero tienen una debilidad : miden lo que ya ocurrió.

No te dan ninguna señal sobre lo que está pasando hoy ni sobre lo que deberías hacer mañana.

Y para cuando detectas que algo salió mal, suele ser demasiado tarde: tu negocio puede estar ya en la cornisa.

Lo más problemático: dependen de muchas personas y áreas.

Esto hace que cada colaborador perciba que tiene poco control directo sobre estos indicadores.

Y si no sienten esa influencia, es muy difícil lograr compromiso real con ellos.

¿Estás abusando de los lagging indicators?

Haz este pequeño autodiagnóstico.

Estos son tres síntomas claros de un uso excesivo de lagging indicators en tus OKRs:

1. Sensación de progreso sesgada

Los equipos logran el KR… pero no mejora nada internamente ni genera valor real para el cliente.

Por ejemplo, logramos cumplir el KR de aumentar ventas, pero estamos en temporada alta. ¿Eso es estrategia o suerte?

2. Poca capacidad de aprendizaje

¿Sabemos qué hicimos bien?

¿Podemos repetirlo?

Cuando solo miramos el “resultado final”, es difícil entender el cómo. Puede que nunca quede claro qué hicimos para lograr esos resultados y sin ese entendimiento, tu empresa camina con los ojos vendados.

3. Desenfoque operativo

Como los equipos sienten que no pueden impactar directamente en los indicadores, los equipos se quedan esperando que “los números cambien" y procrastinan ejecutar acciones sobre lo que puede generarlos.

Esto incentiva a todos a "jugar a lo seguro" o "no romper nada".

En este momento es cuando la estrategia se desconecta totalmente de la operación.

El antídoto: Leading Indicators

Los leading indicators en cambio, son señales tempranas.

Nos muestran si vamos por buen camino antes de que sea demasiado tarde. Generalmente son buenos ayudándonos a proyectar lagging indicators y se pueden encontrar correlaciones entre ambos.

Pero la verdad es que son mucho más útiles para aprender, iterar y ajustar a tiempo.

Características que los hacen ideales como KRs:

  • Se pueden medir con más frecuencia (diaria o semanal).

  • Reflejan logros, no solo acciones o tareas, es decir el impacto o éxito de esas acciones.

  • Algunas veces reflejan comportamientos o reacciones que esperamos de nuestros clientes.

  • Son sensibles a iteraciones, podemos ver cambios de tendencia de una semana a la otra.

  • Permiten experimentar y aprender rápido.



¿Cómo podemos mejorar esto en nuestro proceso de redacción?

No se trata de elegir entre uno u otro. Nuestra recomendación es que los combinen.

Por ejemplo:

  • 1 Key Result de resultado final (lagging)

  • 2 Key Results de progreso (leading)

Esto te permite mantener el foco en el impacto real, pero con palancas que podes mover en el día a día.

Pregúntate esto cada vez que definas un KR:

¿Este indicador me dice si estoy haciendo lo correcto, o si ya lo hice bien o mal?

Esto nos ayuda a concluir nuevamente que los OKRs no son solo un sistema de gestión.

Son una herramienta para enfocar energía, aprender en equipo y mejorar constantemente.

Medir mejor es ejecutar mejor.

Y ejecutar mejor es avanzar con más claridad, más velocidad y menos desgaste.

Y si necesitas ayuda para rediseñar los OKRs de tu equipo con este enfoque, te podemos acompañar.

Uno de los errores más comunes en la práctica de OKRs está en algo tan simple como lo que decidimos medir.

Y aunque parece un detalle menor, es el corazón mismo de la metodología.

Porque así como un buen indicador puede encarrilarte en la pista correcta y potenciar cómo tu organización aprende y se enfoca, medir mal puede dejarte atascado en un embotellamiento… con la misma facilidad.

El problema de los KRs con indicadores rezagados

Muchos equipos usan lagging indicators como Resultados Clave. Es decir, métricas que reflejan el resultado de acciones pasadas.

Vamos con ejemplos simples para comprender la idea:

  • Ingresos

  • Rentabilidad

  • NPS o satisfacción del cliente

  • Retención de usuarios

Seguro todos te suenan importantes... y lo son. Pero tienen una debilidad : miden lo que ya ocurrió.

No te dan ninguna señal sobre lo que está pasando hoy ni sobre lo que deberías hacer mañana.

Y para cuando detectas que algo salió mal, suele ser demasiado tarde: tu negocio puede estar ya en la cornisa.

Lo más problemático: dependen de muchas personas y áreas.

Esto hace que cada colaborador perciba que tiene poco control directo sobre estos indicadores.

Y si no sienten esa influencia, es muy difícil lograr compromiso real con ellos.

¿Estás abusando de los lagging indicators?

Haz este pequeño autodiagnóstico.

Estos son tres síntomas claros de un uso excesivo de lagging indicators en tus OKRs:

1. Sensación de progreso sesgada

Los equipos logran el KR… pero no mejora nada internamente ni genera valor real para el cliente.

Por ejemplo, logramos cumplir el KR de aumentar ventas, pero estamos en temporada alta. ¿Eso es estrategia o suerte?

2. Poca capacidad de aprendizaje

¿Sabemos qué hicimos bien?

¿Podemos repetirlo?

Cuando solo miramos el “resultado final”, es difícil entender el cómo. Puede que nunca quede claro qué hicimos para lograr esos resultados y sin ese entendimiento, tu empresa camina con los ojos vendados.

3. Desenfoque operativo

Como los equipos sienten que no pueden impactar directamente en los indicadores, los equipos se quedan esperando que “los números cambien" y procrastinan ejecutar acciones sobre lo que puede generarlos.

Esto incentiva a todos a "jugar a lo seguro" o "no romper nada".

En este momento es cuando la estrategia se desconecta totalmente de la operación.

El antídoto: Leading Indicators

Los leading indicators en cambio, son señales tempranas.

Nos muestran si vamos por buen camino antes de que sea demasiado tarde. Generalmente son buenos ayudándonos a proyectar lagging indicators y se pueden encontrar correlaciones entre ambos.

Pero la verdad es que son mucho más útiles para aprender, iterar y ajustar a tiempo.

Características que los hacen ideales como KRs:

  • Se pueden medir con más frecuencia (diaria o semanal).

  • Reflejan logros, no solo acciones o tareas, es decir el impacto o éxito de esas acciones.

  • Algunas veces reflejan comportamientos o reacciones que esperamos de nuestros clientes.

  • Son sensibles a iteraciones, podemos ver cambios de tendencia de una semana a la otra.

  • Permiten experimentar y aprender rápido.



¿Cómo podemos mejorar esto en nuestro proceso de redacción?

No se trata de elegir entre uno u otro. Nuestra recomendación es que los combinen.

Por ejemplo:

  • 1 Key Result de resultado final (lagging)

  • 2 Key Results de progreso (leading)

Esto te permite mantener el foco en el impacto real, pero con palancas que podes mover en el día a día.

Pregúntate esto cada vez que definas un KR:

¿Este indicador me dice si estoy haciendo lo correcto, o si ya lo hice bien o mal?

Esto nos ayuda a concluir nuevamente que los OKRs no son solo un sistema de gestión.

Son una herramienta para enfocar energía, aprender en equipo y mejorar constantemente.

Medir mejor es ejecutar mejor.

Y ejecutar mejor es avanzar con más claridad, más velocidad y menos desgaste.

Y si necesitas ayuda para rediseñar los OKRs de tu equipo con este enfoque, te podemos acompañar.

Uno de los errores más comunes en la práctica de OKRs está en algo tan simple como lo que decidimos medir.

Y aunque parece un detalle menor, es el corazón mismo de la metodología.

Porque así como un buen indicador puede encarrilarte en la pista correcta y potenciar cómo tu organización aprende y se enfoca, medir mal puede dejarte atascado en un embotellamiento… con la misma facilidad.

El problema de los KRs con indicadores rezagados

Muchos equipos usan lagging indicators como Resultados Clave. Es decir, métricas que reflejan el resultado de acciones pasadas.

Vamos con ejemplos simples para comprender la idea:

  • Ingresos

  • Rentabilidad

  • NPS o satisfacción del cliente

  • Retención de usuarios

Seguro todos te suenan importantes... y lo son. Pero tienen una debilidad : miden lo que ya ocurrió.

No te dan ninguna señal sobre lo que está pasando hoy ni sobre lo que deberías hacer mañana.

Y para cuando detectas que algo salió mal, suele ser demasiado tarde: tu negocio puede estar ya en la cornisa.

Lo más problemático: dependen de muchas personas y áreas.

Esto hace que cada colaborador perciba que tiene poco control directo sobre estos indicadores.

Y si no sienten esa influencia, es muy difícil lograr compromiso real con ellos.

¿Estás abusando de los lagging indicators?

Haz este pequeño autodiagnóstico.

Estos son tres síntomas claros de un uso excesivo de lagging indicators en tus OKRs:

1. Sensación de progreso sesgada

Los equipos logran el KR… pero no mejora nada internamente ni genera valor real para el cliente.

Por ejemplo, logramos cumplir el KR de aumentar ventas, pero estamos en temporada alta. ¿Eso es estrategia o suerte?

2. Poca capacidad de aprendizaje

¿Sabemos qué hicimos bien?

¿Podemos repetirlo?

Cuando solo miramos el “resultado final”, es difícil entender el cómo. Puede que nunca quede claro qué hicimos para lograr esos resultados y sin ese entendimiento, tu empresa camina con los ojos vendados.

3. Desenfoque operativo

Como los equipos sienten que no pueden impactar directamente en los indicadores, los equipos se quedan esperando que “los números cambien" y procrastinan ejecutar acciones sobre lo que puede generarlos.

Esto incentiva a todos a "jugar a lo seguro" o "no romper nada".

En este momento es cuando la estrategia se desconecta totalmente de la operación.

El antídoto: Leading Indicators

Los leading indicators en cambio, son señales tempranas.

Nos muestran si vamos por buen camino antes de que sea demasiado tarde. Generalmente son buenos ayudándonos a proyectar lagging indicators y se pueden encontrar correlaciones entre ambos.

Pero la verdad es que son mucho más útiles para aprender, iterar y ajustar a tiempo.

Características que los hacen ideales como KRs:

  • Se pueden medir con más frecuencia (diaria o semanal).

  • Reflejan logros, no solo acciones o tareas, es decir el impacto o éxito de esas acciones.

  • Algunas veces reflejan comportamientos o reacciones que esperamos de nuestros clientes.

  • Son sensibles a iteraciones, podemos ver cambios de tendencia de una semana a la otra.

  • Permiten experimentar y aprender rápido.



¿Cómo podemos mejorar esto en nuestro proceso de redacción?

No se trata de elegir entre uno u otro. Nuestra recomendación es que los combinen.

Por ejemplo:

  • 1 Key Result de resultado final (lagging)

  • 2 Key Results de progreso (leading)

Esto te permite mantener el foco en el impacto real, pero con palancas que podes mover en el día a día.

Pregúntate esto cada vez que definas un KR:

¿Este indicador me dice si estoy haciendo lo correcto, o si ya lo hice bien o mal?

Esto nos ayuda a concluir nuevamente que los OKRs no son solo un sistema de gestión.

Son una herramienta para enfocar energía, aprender en equipo y mejorar constantemente.

Medir mejor es ejecutar mejor.

Y ejecutar mejor es avanzar con más claridad, más velocidad y menos desgaste.

Y si necesitas ayuda para rediseñar los OKRs de tu equipo con este enfoque, te podemos acompañar.