9 sept 2022
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Si has escuchado hablar de ‘leading and lagging indicators’ y quieres entender de qué van, en este post te explicamos qué son, en qué se diferencian y qué relación tienen con OKR.
Introducción: inputs, outputs y resultados
Para entender la diferencia entre leading & lagging indicators, tenemos que repasar las diferencias entre inputs, outputs y outcomes.
En un sistema de gestión, un input puede ser el tiempo o la inversión. O sea, todo lo que pones de tu parte para lograr algo y que por esa razón está bajo el control de tu equipo u organización.
Un output, en cambio, es lo que obtienes al final. O sea, el producto o resultado del proceso, que solo se puede medir una vez que se ha producido (por ejemplo, el retorno de una inversión).
Como ves, nada complicado.
El problema empieza cuando tratamos de entender la diferencia entre outputs y outcomes, porque los dos términos se pueden traducir por ‘resultado’.
Pero un output es cualquier resultado y un outcome es un resultado específico. O sea, un output puede ser un resultado positivo o negativo, es solo lo que ‘sale’ de algo; pero un outcome es el resultado que esperabas conseguir.
Esto es importante para entender la diferencia entre leading y lagging indicators.
Indicadores primarios y secundarios
Los ‘leading & lagging indicators’ son dos medidas propuestas por Stephen Covey y Chris McChesney en un libro llamado Las 4 disciplinas de la ejecución (o 4DX).
Los términos se pueden traducir como ‘indicadores de adelante y de atrás’, pero como en español esto puede ser confuso, nosotros vamos a hablar de indicadores primarios y secundarios.
La mayoría de las organizaciones se centran en los indicadores secundarios, ya que son los más fáciles de rastrear.
¿Pero qué son?
Bien, son los resultados que tratas de lograr. Por ejemplo, los ingresos, las ventas, las visitas a tu sitio web son indicadores secundarios, ya que en el momento en que los mides no puedes cambiar el resultado.
Los indicadores primarios, en cambio, son acciones que se toman para influir en un indicador secundario, y por eso son las métricas en las que OKR se centra más.
Veamos un ejemplo. Si tu objetivo fuera perder peso, tu indicador secundario sería el peso, y los primarios serían las horas de ejercicio que decides empezar a hacer.
Los indicadores primarios, entonces, son los que miden los inputs; los secundarios miden los outputs. En otras palabras, los indicadores primarios son las medidas que puedes cambiar, y los secundarios no.
Indicadores primarios y secundarios en OKR
Para entender la relación de estos dos indicadores con OKR, nos puede ayudar la siguiente tabla:
Un objetivo describe el outcome (el resultado que intentas lograr).
Los resultados claves son indicadores secundarios, ya que miden algo que quieres cambiar pero que no depende solo de tu equipo.
Y las iniciativas son indicadores primarios, ya que son las cosas sobre las que tienes control y que pueden influir en tus resultados claves.
Por ejemplo, si estás buscando aumentar un indicador secundario con un KR como ‘Conseguir un NPS de 75%’, una iniciativa o indicador primario sería ‘sumar 10 personas al equipo de soporte’.
Rob Davies, en un post para Perdoo que tomamos de referencia, da otro ejemplo: Si tu objetivo es ‘ser más saludable’ y un resultado clave es ‘pesar 75 kg', una iniciativa podría ser ‘correr 5 km por día’.
Lo importante es esto: dado que las iniciativas son acciones, puedes modificarlas para influir en los resultados claves. Si la iniciativa de ‘correr 5 km por día’ no tiene los resultados que esperas, puedes cambiarla.
En resumen, entender la diferencia entre indicadores primarios y secundarios nos ayuda a entender la diferencia entre iniciativas y resultados claves, y a pensar las primeras como una forma de influir directamente en los segundos.
Y esto hace que los OKRs no solo sean algo que podemos medir, sino que además podemos controlar.