Caso de Éxito

Caso de Éxito

Argenway: Profesionalizando la gestión hotelera

Argenway es una empresa argentina con un modelo integral de negocio en el sector turístico e inmobiliario. Se especializa en el desarrollo de proyectos hoteleros bajo franquicias internacionales, la administración fiduciaria de inversiones, y la gestión operativa de hoteles.

Argenway es una empresa argentina con un modelo integral de negocio en el sector turístico e inmobiliario. Se especializa en el desarrollo de proyectos hoteleros bajo franquicias internacionales, la administración fiduciaria de inversiones, y la gestión operativa de hoteles.

Argenway es una empresa argentina con un modelo integral de negocio en el sector turístico e inmobiliario. Se especializa en el desarrollo de proyectos hoteleros bajo franquicias internacionales, la administración fiduciaria de inversiones, y la gestión operativa de hoteles.

INDUSTRIA

Desarrolladora y Operadora Hotelera

TAMAÑO DE EMPRESA

+100

La ejecución operativa puede sostener un hotel. Pero la ejecución estratégica es lo que lo hace crecer.

Este es el caso de Argenway, una empresa argentina de desarrollo inmobiliario y operación hotelera, que lleva adelante proyectos bajo franquicia de Hilton y gestiona actualmente el hotel Hampton by Hilton Bariloche. La empresa se encuentra en plena expansión con dos nuevos proyectos para los años 2026 y 2027 en otras ciudades.

Hablamos con Andrés, Gerente de Operaciones Hoteleras de Argenway, sobre los retos de profesionalizar la ejecución, instalar cultura de accountability en un entorno 24/7 y diseñar un modelo de crecimiento replicable, sin perder control ni calidad.

El desafío: Pasar de la intuición al método

La operación hotelera de Argenway es intensa, descentralizada y con múltiples unidades bajo gestión futura. A pesar de contar con líderes profesionales, Andrés identificó tres retos claros:

  • Falta de tableros de control internos. Las tareas e iniciativas internas se gestionaban informalmente, y el seguimiento dependía casi exclusivamente de reuniones.

  • Sistemas heredados y cultura operacional tradicional. Muchos procesos se basaban en “cuadernitos” o esquemas orales, difíciles de escalar.

  • Dificultad para sistematizar en un entorno donde las tareas no pasan por el escritorio. Como dijo Andrés:

“Acá todo se gestiona en el pasillo, en la cocina o en la recepción. Lo difícil es estructurar sin frenar la dinámica del día.”

La profesionalización era un deseo compartido por el equipo, pero sin una metodología clara, la ejecución estratégica quedaba postergada por el día a día.

La solución: OKRs, rituales y herramientas para transformar el caos operativo en foco estratégico

Argenway decidió implementar OKRs en su equipo desarrollador (la casa matriz) para alinear a los líderes con los objetivos prioritarios del negocio. Si bien la gestión hotelera aún no adoptó OKRs directamente, el plan es que este sistema llegue pronto a las unidades operativas. Andrés forma parte de ese proceso desde el diseño inicial.

Con el acompañamiento de Master Me Up, Argenway construyó un sistema con los siguientes componentes:

  • Formación de líderes en la metodología OKR, con foco en objetivos accionables y medibles.

  • Definición de ciclos trimestrales, con reuniones mensuales y check-ins periódicos.

  • Uso de herramientas digitales para ordenar iniciativas y dar visibilidad a cada equipo.

  • Priorización explícita y comunicación interequipos, para eliminar la desalineación y el trabajo en silos.

“Lo más valioso fue darnos cuenta de que necesitábamos más método. Antes trabajábamos con energía, ahora también con foco.” — Andrés

Resultados visibles y cultura que se consolida

Aunque todavía están en una etapa inicial, la implementación ya ha generado mejoras concretas:

  • Mayor claridad de prioridades a nivel directivo.

  • Lenguaje compartido entre áreas, con foco en resultados clave.

  • Estructura replicable para escalar el modelo a nuevos hoteles.

  • Reducción del desgaste de la dirección general al delegar con mayor confianza.

Además, el proceso permitió identificar con mayor precisión las áreas menos profesionalizadas dentro de la operación y definir planes de mejora concretos. Para Andrés, esto fue uno de los aprendizajes más importantes:

"OKRs nos ayudan a ver dónde somos fuertes y dónde necesitamos mejorar. Es como un espejo organizacional.”

Claves del éxito

  • Pilotear desde la casa matriz. Empezar por la desarrolladora permitió instalar el sistema sin fricciones operativas y validarlo antes de escalar.

  • Adaptar el lenguaje a la realidad hotelera. La metodología fue traducida al terreno con ejemplos reales del negocio: revenue management, staffing, mantenimiento, calidad de servicio.

  • Involucrar a líderes claves en el diseño. Andrés formó parte del grupo inicial de validación, asegurando alineamiento desde el inicio.

  • Pensar en escalabilidad desde el primer día. Cada hotel tiene particularidades, pero la visión es construir un sistema que funcione como “espina dorsal” común.

Próximo paso: OKRs en los hoteles y expansión internacional

Con la apertura de nuevos hoteles en el horizonte, Argenway está enfocada en replicar la cultura de ejecución en cada unidad operativa, sin perder consistencia. La meta es clara: instalar un sistema donde cada gerente sepa qué objetivos debe alcanzar, cómo medirlos y cómo priorizar en contextos complejos.

El desafío no es menor: equipos dispersos, culturas locales distintas, y realidades operativas intensas. Pero el camino ya está trazado.

“Para crecer no alcanza con tener buenas intenciones o energía. Necesitás método. Y eso es lo que estamos construyendo.”

Conclusión

El caso de Argenway muestra que la profesionalización de la ejecución no se trata de agregar presión ni de llenarse de KPIs. Se trata de construir un lenguaje común, una estructura clara y una cultura donde cada líder opera con foco y sentido de propósito.

En una industria tan operativa como la hotelera, instalar un sistema de ejecución estratégico no es fácil. Pero cuando se hace bien, se convierte en el factor que diferencia a quienes operan... de quienes lideran.

La ejecución operativa puede sostener un hotel. Pero la ejecución estratégica es lo que lo hace crecer.

Este es el caso de Argenway, una empresa argentina de desarrollo inmobiliario y operación hotelera, que lleva adelante proyectos bajo franquicia de Hilton y gestiona actualmente el hotel Hampton by Hilton Bariloche. La empresa se encuentra en plena expansión con dos nuevos proyectos para los años 2026 y 2027 en otras ciudades.

Hablamos con Andrés, Gerente de Operaciones Hoteleras de Argenway, sobre los retos de profesionalizar la ejecución, instalar cultura de accountability en un entorno 24/7 y diseñar un modelo de crecimiento replicable, sin perder control ni calidad.

El desafío: Pasar de la intuición al método

La operación hotelera de Argenway es intensa, descentralizada y con múltiples unidades bajo gestión futura. A pesar de contar con líderes profesionales, Andrés identificó tres retos claros:

  • Falta de tableros de control internos. Las tareas e iniciativas internas se gestionaban informalmente, y el seguimiento dependía casi exclusivamente de reuniones.

  • Sistemas heredados y cultura operacional tradicional. Muchos procesos se basaban en “cuadernitos” o esquemas orales, difíciles de escalar.

  • Dificultad para sistematizar en un entorno donde las tareas no pasan por el escritorio. Como dijo Andrés:

“Acá todo se gestiona en el pasillo, en la cocina o en la recepción. Lo difícil es estructurar sin frenar la dinámica del día.”

La profesionalización era un deseo compartido por el equipo, pero sin una metodología clara, la ejecución estratégica quedaba postergada por el día a día.

La solución: OKRs, rituales y herramientas para transformar el caos operativo en foco estratégico

Argenway decidió implementar OKRs en su equipo desarrollador (la casa matriz) para alinear a los líderes con los objetivos prioritarios del negocio. Si bien la gestión hotelera aún no adoptó OKRs directamente, el plan es que este sistema llegue pronto a las unidades operativas. Andrés forma parte de ese proceso desde el diseño inicial.

Con el acompañamiento de Master Me Up, Argenway construyó un sistema con los siguientes componentes:

  • Formación de líderes en la metodología OKR, con foco en objetivos accionables y medibles.

  • Definición de ciclos trimestrales, con reuniones mensuales y check-ins periódicos.

  • Uso de herramientas digitales para ordenar iniciativas y dar visibilidad a cada equipo.

  • Priorización explícita y comunicación interequipos, para eliminar la desalineación y el trabajo en silos.

“Lo más valioso fue darnos cuenta de que necesitábamos más método. Antes trabajábamos con energía, ahora también con foco.” — Andrés

Resultados visibles y cultura que se consolida

Aunque todavía están en una etapa inicial, la implementación ya ha generado mejoras concretas:

  • Mayor claridad de prioridades a nivel directivo.

  • Lenguaje compartido entre áreas, con foco en resultados clave.

  • Estructura replicable para escalar el modelo a nuevos hoteles.

  • Reducción del desgaste de la dirección general al delegar con mayor confianza.

Además, el proceso permitió identificar con mayor precisión las áreas menos profesionalizadas dentro de la operación y definir planes de mejora concretos. Para Andrés, esto fue uno de los aprendizajes más importantes:

"OKRs nos ayudan a ver dónde somos fuertes y dónde necesitamos mejorar. Es como un espejo organizacional.”

Claves del éxito

  • Pilotear desde la casa matriz. Empezar por la desarrolladora permitió instalar el sistema sin fricciones operativas y validarlo antes de escalar.

  • Adaptar el lenguaje a la realidad hotelera. La metodología fue traducida al terreno con ejemplos reales del negocio: revenue management, staffing, mantenimiento, calidad de servicio.

  • Involucrar a líderes claves en el diseño. Andrés formó parte del grupo inicial de validación, asegurando alineamiento desde el inicio.

  • Pensar en escalabilidad desde el primer día. Cada hotel tiene particularidades, pero la visión es construir un sistema que funcione como “espina dorsal” común.

Próximo paso: OKRs en los hoteles y expansión internacional

Con la apertura de nuevos hoteles en el horizonte, Argenway está enfocada en replicar la cultura de ejecución en cada unidad operativa, sin perder consistencia. La meta es clara: instalar un sistema donde cada gerente sepa qué objetivos debe alcanzar, cómo medirlos y cómo priorizar en contextos complejos.

El desafío no es menor: equipos dispersos, culturas locales distintas, y realidades operativas intensas. Pero el camino ya está trazado.

“Para crecer no alcanza con tener buenas intenciones o energía. Necesitás método. Y eso es lo que estamos construyendo.”

Conclusión

El caso de Argenway muestra que la profesionalización de la ejecución no se trata de agregar presión ni de llenarse de KPIs. Se trata de construir un lenguaje común, una estructura clara y una cultura donde cada líder opera con foco y sentido de propósito.

En una industria tan operativa como la hotelera, instalar un sistema de ejecución estratégico no es fácil. Pero cuando se hace bien, se convierte en el factor que diferencia a quienes operan... de quienes lideran.

La ejecución operativa puede sostener un hotel. Pero la ejecución estratégica es lo que lo hace crecer.

Este es el caso de Argenway, una empresa argentina de desarrollo inmobiliario y operación hotelera, que lleva adelante proyectos bajo franquicia de Hilton y gestiona actualmente el hotel Hampton by Hilton Bariloche. La empresa se encuentra en plena expansión con dos nuevos proyectos para los años 2026 y 2027 en otras ciudades.

Hablamos con Andrés, Gerente de Operaciones Hoteleras de Argenway, sobre los retos de profesionalizar la ejecución, instalar cultura de accountability en un entorno 24/7 y diseñar un modelo de crecimiento replicable, sin perder control ni calidad.

El desafío: Pasar de la intuición al método

La operación hotelera de Argenway es intensa, descentralizada y con múltiples unidades bajo gestión futura. A pesar de contar con líderes profesionales, Andrés identificó tres retos claros:

  • Falta de tableros de control internos. Las tareas e iniciativas internas se gestionaban informalmente, y el seguimiento dependía casi exclusivamente de reuniones.

  • Sistemas heredados y cultura operacional tradicional. Muchos procesos se basaban en “cuadernitos” o esquemas orales, difíciles de escalar.

  • Dificultad para sistematizar en un entorno donde las tareas no pasan por el escritorio. Como dijo Andrés:

“Acá todo se gestiona en el pasillo, en la cocina o en la recepción. Lo difícil es estructurar sin frenar la dinámica del día.”

La profesionalización era un deseo compartido por el equipo, pero sin una metodología clara, la ejecución estratégica quedaba postergada por el día a día.

La solución: OKRs, rituales y herramientas para transformar el caos operativo en foco estratégico

Argenway decidió implementar OKRs en su equipo desarrollador (la casa matriz) para alinear a los líderes con los objetivos prioritarios del negocio. Si bien la gestión hotelera aún no adoptó OKRs directamente, el plan es que este sistema llegue pronto a las unidades operativas. Andrés forma parte de ese proceso desde el diseño inicial.

Con el acompañamiento de Master Me Up, Argenway construyó un sistema con los siguientes componentes:

  • Formación de líderes en la metodología OKR, con foco en objetivos accionables y medibles.

  • Definición de ciclos trimestrales, con reuniones mensuales y check-ins periódicos.

  • Uso de herramientas digitales para ordenar iniciativas y dar visibilidad a cada equipo.

  • Priorización explícita y comunicación interequipos, para eliminar la desalineación y el trabajo en silos.

“Lo más valioso fue darnos cuenta de que necesitábamos más método. Antes trabajábamos con energía, ahora también con foco.” — Andrés

Resultados visibles y cultura que se consolida

Aunque todavía están en una etapa inicial, la implementación ya ha generado mejoras concretas:

  • Mayor claridad de prioridades a nivel directivo.

  • Lenguaje compartido entre áreas, con foco en resultados clave.

  • Estructura replicable para escalar el modelo a nuevos hoteles.

  • Reducción del desgaste de la dirección general al delegar con mayor confianza.

Además, el proceso permitió identificar con mayor precisión las áreas menos profesionalizadas dentro de la operación y definir planes de mejora concretos. Para Andrés, esto fue uno de los aprendizajes más importantes:

"OKRs nos ayudan a ver dónde somos fuertes y dónde necesitamos mejorar. Es como un espejo organizacional.”

Claves del éxito

  • Pilotear desde la casa matriz. Empezar por la desarrolladora permitió instalar el sistema sin fricciones operativas y validarlo antes de escalar.

  • Adaptar el lenguaje a la realidad hotelera. La metodología fue traducida al terreno con ejemplos reales del negocio: revenue management, staffing, mantenimiento, calidad de servicio.

  • Involucrar a líderes claves en el diseño. Andrés formó parte del grupo inicial de validación, asegurando alineamiento desde el inicio.

  • Pensar en escalabilidad desde el primer día. Cada hotel tiene particularidades, pero la visión es construir un sistema que funcione como “espina dorsal” común.

Próximo paso: OKRs en los hoteles y expansión internacional

Con la apertura de nuevos hoteles en el horizonte, Argenway está enfocada en replicar la cultura de ejecución en cada unidad operativa, sin perder consistencia. La meta es clara: instalar un sistema donde cada gerente sepa qué objetivos debe alcanzar, cómo medirlos y cómo priorizar en contextos complejos.

El desafío no es menor: equipos dispersos, culturas locales distintas, y realidades operativas intensas. Pero el camino ya está trazado.

“Para crecer no alcanza con tener buenas intenciones o energía. Necesitás método. Y eso es lo que estamos construyendo.”

Conclusión

El caso de Argenway muestra que la profesionalización de la ejecución no se trata de agregar presión ni de llenarse de KPIs. Se trata de construir un lenguaje común, una estructura clara y una cultura donde cada líder opera con foco y sentido de propósito.

En una industria tan operativa como la hotelera, instalar un sistema de ejecución estratégico no es fácil. Pero cuando se hace bien, se convierte en el factor que diferencia a quienes operan... de quienes lideran.

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